Seguimos con el relato de nuestro increíble roadtrip por Dolomitas.
Ya miércoles nos despertamos en el Passo Tre Croci también con un cielo azul y un sol radiante, a pesar de que hay restos de que por la noche ha estado nevando. Cogemos provisiones, ya que la ruta de hoy será durilla y hacia arriba. Seguimos el sendero 215 hacia el Lago Sorapis.
La primera parte transcurre por dentro del bosque, tenemos que cruzar algún tramo helado que pone a prueba nuestro equilibrio, el desnivel se empieza a notar y el bebe pide una pausa para descansar.
Las vistas son magníficas, pero tenemos que continuar camino. Empieza el tramo de desfiladero, con un precipicio a la izquierda compensado por cuerdas metálicas a modo de pasamanos.
Después viene un tramo de escalas que ayudan a salvar un buen desnivel y sigue el desfiladero por un camino estrecho excavado en la roca de las paredes. El bebe se entretiene rompiendo las estalactitas del agua que cae por las paredes y queda congelada antes de llegar a tierra. El paisaje es espectacular, cada vez hay más nieve.
Hay unas últimas escaleras metálicas y ya se llega al Rifugio di Vandelli a 1.926 m. y a cuatro pasos del bellísimo Lago Sorapis, famoso por el color de su agua, de un turquesa atípico, que el hielo y la nieve que hay encima nos impide ver. Qué lástima. Nos quedamos con las ganas, quizás será un buen motivo para volver en otra época. Eso sí, disfrutamos del paisaje gélido del momento bajo un sol radiante. El lugar es precioso. Nos paramos a comer un poco para reponer fuerzas y contemplar la naturaleza, han sido 2 horas y media de subida y todavía queda la vuelta.
Finalmente llegamos a la furgo pasadas 4 horas, agotados pero satisfechos. El camino es realmente bonito, 100% recomendable.
Después de comer pobemos rumbo a las Tre Cime di Lavaredo, pero esto os lo explicaré en el próximo post.