Bonita y solitaria excursión por Els Ports (Tarragona)
Categorías Excursiones en Catalunya, Tarragona
5h 3 min
5’76 km
+800m
DESCRIPCIÓN
Cómo Llegar
La excursión de las Gubias de Vall Figuera está situada en el Parc Natural de Els Ports, en la provincia de Tarragona. Para acceder hay que llegar hasta el Delta del Ebro y tirar hacia el interior dirección Tortosa donde ya hay indicadores hacia el Mont Caro que no tienen pérdida.
Dónde aparcar/pernoctar
Queríamos pernoctar en el Mirador del Mont Caro, indicado en Google Maps pero finalmente nos quedamos en la Font del Caragol, en el punto GPS 40.824207, 0.371718 y, por la mañana, acercamos la furgo al máximo al inicio de la ruta y la dejamos en un pequeño espacio en una curva de la carretera en este punto GPS 40.830086, 0.373544.
Crónica
Hacía días que no bajábamos al sur, y cómo teníamos previsto volver al Pirineo en breve, decidimos explorar un poquito más el Parc Natural de Els Ports fronterizo con Teruel.
Elegimos una excursión poco concurrido y bastante especial, como alternativa al precioso pero masificado Parrizal de Beceite al que tenemos ganas de volver, pero hay que elegir muy bien las fechas para no ir en procesión, algo que detestamos.
La intención era dormir en el mirador del Mont Caro a 1.441 metros de altura con el mar de fondo pero al empezar a subir detectamos que hacía mucho viento y finalmente paramos en la Font del Caragol, un pequeño parquing al lado de la carretera muy próxima a la estatua de la cabra y del inicio de la ruta. Durante la noche no pasó ningún coche, además pudimos ver igualmente la salida del sol detrás del mar como si estuviéramos arriba, con la única compañía de un grupito de cabras que nos miraban curiosas.
Después de desayunar, acercamos la furgo un poquito más al principio del sendero, concretamente a este punto GPS 40.82935, 0.37174 e iniciamos la marcha. Nos metimos de lleno en la montaña, la senda está muy bien indicada con hitos y algunas marcas de pintura verde fluorescente. Hay tramos con bastante desnivel y muy pedregosos, que no resultan fáciles para las pequeñas piernas de los peques, no es una ruta larga en cuanto a quilómetros pero nosotros invertimos más tiempo de lo habitual debido al terreno.
Finalmente llegamos al cauce del río, completamente seco en esta época del año. El resto del equipo no sabía que se encontraría al final del camino, y al llegar y ver sólo bloques de piedra en medio de lo que en otro momento es un río… no les mereció el esfuerzo que había costado llegar. No desfallezcáis, estáis muy cerca ya, hay que sortear unos cuantos enormes bloques de piedra y al fondo podréis apreciar el motivo por el que elegí esta excursión:
Se abre una brecha entre altas paredes de piedra de más de 80 metros de alto por el que se puede transitar a pie. Me fascinan estos rincones. Me encanta descubrir sitios remotos donde la naturaleza ha esculpido a su gusto y con el paso de los años lugares tan especiales.
Dedicamos un montón de tiempo a explorar esta maravilla, cada rincón, cada brecha, cada agujero… Al final del mismo había unas pozas en las que había quedado un poco de agua estancada y había unas cuerdas en los laterales para sortearlas, pero después unos bloques impedían el paso y se hacía difícil continuar, así que en este punto decidimos poner punto y final a la aventura y dar media vuelta.
La vuelta no tiene pérdida, hay que deshacer el camino de ida, hay un par de tramos un poco expuesto en los que incrementar la atención sobre todo si vais con peques y poco más a destacar.
Es una ruta fantástica, algo exigente pero con una preciosa recompensa final.
Aquí os dejamos todos los detalles de Wikiloc por si la queréis seguir: